sábado, 13 de noviembre de 2010

Twist, baby baby, twist

Estoy contenta y emocionada por un programa de televisión.
No soy anti-tele, ni anti-gringa.
Y en el Canal 11 van a pasar la serie de Mad Men.
He visto cachitos en You Tube y he escuchado buenos comentarios a cerca de esa serie, y por eso quiero verla.
So far, lo que más me pone de buenas, es el comercial de la serie, porque usan esta canción de fondo y me encanta.
Me imagino a mi bailando junto con mi hija de 5 o 6 años. Por supuesto que ella todavía no nace, pero sé que lo hará, y cuando llegue al mundo, va a disfrutar de muchas cosas hermosas, entre ellas, la música, la risa, el baile, el amor, la alegría.
De eso se encarga el universo. Y yo, un poquito.
But in the meantime, bailo solita y me la paso super bien.
YEAH!!!


viernes, 17 de septiembre de 2010

Mi humilde comentario cinematográfico

Vayan todos, fluyan en manadas a los cines a ver El Infierno.
Está mega buena la película.
Produce muchos sentimientos raros, se le pueden dar varias lecturas (una muy interesante desde el punto de vista de los indígenas en el ejército. De hecho pinta una cierta "deshumanización" de los indígenas, algo raro, esa parte no me acabó de encantar, pero en fin).
Y lo mejor de la película sin duda es la actuación de Joaquín Cosío, y la dirección maestra de Luis Estrada que logra que los espectadores sintamos afinidad por los matones.
Eso es real, personajes como el Cochiloco o el Beni son adoptados por el público "from the word go", y los pinta en todas sus facetas.
Sobre todo al Cochiloco, es un tipo que en las dos horas y media que dura la película, la gente realmente lo llega a querer. Es impresionante, porque físicamente, en su lenguaje, en sus prácticas, tanto en el narco con a nivel personal, el Cochiloco es un "buen" tipo.
Y no es una comedia, eso es algo que me caga mucho de algunas críticas que he leído. Para nada es comedia, el humor es cien por ciento involuntario.
Al menos para mi como espectadora fue imposible no pensar en la mafia italiana, en que las prácticas de los narcos son muy de cada cultura, de cada país: la música hasta en los funerales, los atuendos todos llenos de adornos brillantes, la manera de vivir de los meros capos, la decoración de sus casas, la relación con su familia... es todo un mundo aparte, con códigos que Luis Estrada maneja RE bien.
La importancia de bautizar las pistolas, por ejemplo. La homosexualidad tolerada, admitida, velada, eso sí, pero la hombría no se prueba por la preferencia sexual, sino por la capacidad para matar, para defender...
Yo amé la película, con justicia se ubica en la categoría C, las dos horas y media se van de volada, adoptar al Beni, el personaje de Damián Alcázar es inevitable, desear que gane, que le vaya bien... adoptar aunque sea un poco al Cochiloco, sentir gacho cuando le va mal...
Neto, vayan a verla.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Descubrimiento hermoso

Hace unos días, vagabundeando por la internet, me encontré con esta chulada de canción. Se las dejo porque es hermosa.
Y le dejo BESOS AL MUNDO.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Puentes...


Hace mucho que no voy a Argentina, a Buenos Aires. Deseo con todo el corazón regresar. 
Algo de lo que más me gusta de Buenos Aires son sus librerías, hay muchas, llenecitas todas de autores argentinos. También hay de otras partes del mundo, por supuesto, pero comprar obras de autores argentinos en Argentina se siente diferente, se siente bien.
La última vez que fui, en primavera de 2007, estaba con mi amiga Futhi en el Cementerio de la Recoleta, y desde ahí nos fuimos caminando a la librería El Ateneo, una que fue teatro y ahora es librería. 
En el camino nos cayó una gran tormenta y nos mojamos muchísimo. Llegamos a la librería hechas una sopa. Y como la sección de libros en inglés (lengua que habla Futhi, además de su lengua materna que es el Zulu) es limitada, Futhi se quedó sentadita en la cafetería, tomando café, leyendo algo que encontró en inglés, y cuidando mis zapatos. 
Yo me fui caminando descalza por los pasillos hasta la sección de libros para niños. Sé que en la UBA existe la carrera de literatura infantil, y sé que Argentina tiene un prestigio bonito en lo que a escritores para niños se refiere.
Me atendió una chica muy amable y compré como 10 libros (entre los míos y los que eran encargo de Ju).
Uno de los más hermosos es de Elsa Bornemann y se llama "El Libro de los Chicos Enamorados".
Son poemas que tratan del amor que sentimos todos cuando somos niños.
Mi poema favorito se llama puentes y es este (le cambié dos palabras, porque me gusta más como suena con las dos palabritas que le cambié):
Tiendo tiendo puentes
para que me encuentres
Un puente de tela,
con mis acuarelas...
Un puente colgante,
con tiza brillante...
Puentes de madera,
con lápiz de cera...
Puentes levadizos,
plateados, cobrizos...
Puentes irrompibles,
de piedra, invisibles...
Y tú, ¡quién creyera!
ni los ves siquiera...
Hago cien, diez, uno...
no cruzas ninguno
Más como te quiero
dibujo y espero
¡Bellos, bellos puentes
para que me encuentres!
Y todo este asunto de los puentes me recuerda a mi más amado escritor, a Julio Cortázar, y su Rayuela, mi libro favorito. Amo ese libro, amo lo que dice y amo físicamente al libro. 
Lo leí aquí en México, pero me lo llevé a Cardiff los días que viví allá, para trazar la ruta que hice en París.
Bueno, pues en el capítulo 93, hermosísimo capítulo, bello, maravilloso, mágico, que en una parte dice:
"...me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado..."
Y todo eso de los puentes, aunado a una experiencia que tuve hace unos años, me llevó a escribir algo que me gusta. Y que en otra entrada compartiré. 
Por ahora le dejo besos al mundo...

martes, 31 de agosto de 2010

Carta sin entregar 1

Hola:

Hoy hice algo. Huí. (¿la primera persona del pasado simple del verbo huír lleva acento?; ¿el infinitivo lo lleva también?)

Pero no huí de él, huí de mi. Me asusté (poquito) y puse en práctica los consejos sensatos de gente sensata. La gente sensata no cree en las cosas que yo creo. Y la gente sensata a demostrado tener la razón tantas veces por encima de mis creencias y de mis sentimientos, que esta vez elegí creerles.

Cuando le hago caso puramente a lo que siento soy muy atravancada (¿va con v o con b?) no pienso, nomás actúo. Y estuve a dos de ... me imagino que las vidas de todas TODAS las personas del mundo del pasado y del presente son líneas paralelas. Hay líneas que van muy juntitas, esas son las vidas de los que estamos juntos: familia, amigos queridos, amores. Y hay líneas que van solitas, y unas que ya se terminaron (esos son los que ya se murieron) y otras que apenas comienzan y algunas son muy largas...

Mi línea-vida va juntita a la de mi familia, de un lado, pero del otro lado no hay nadie. Va sola.

Y a veces mi vida-línea se inclina muchísimo hasta casi tocar o atravesar otras líneas-vidas, en ese afán de querer correr paralela a otra línea-vida que sea mi amor.

Estuve a dos de meterme en la línea-vida de una persona que no es para mi... según los sensatos.

Estuve a punto de inclinar mi línea-vida hasta lo máximo. Y me dió miedo que se fuera a romper (un miedo infundado, por los sensatos, porque en realidad creo que mi línea-vida es de bambú, se dobla, pero no se rompe) y huí.

Pero yo tenía tantas ganas de creerle a él, de creerme a mi. Yo tenía tantas ganas de que fuera cierto y con eso cerrar las bocas de todos los sensatos para siempre y decirles "MIREN, la sensatez a veces se equivoca. Mi locura TRIUNFÓ, soy FELIZ!!!".

Y no hice eso, huí.

Besos al mundo, Adiós.

lunes, 16 de agosto de 2010

Aprendiendo a vivir la vida


La vida es una maravilla y no incluye manuales.
Eso es genial, porque significa que cada quien la puede vivir como quiera, descubrirla de muy diferentes formas.
Y en esos descubrimientos a veces nos damos de madrazos, nos equivocamos, obvio que nos equivocamos, nos caemos, nos levantamos, sufrimos y lloramos y luego nos reponemos.
Pero en ese camino a veces perdemos de vista el objetivo: VIVIR la vida. Entonces no la VIVIMOS, la PADECEMOS. Y vamos cayendo una y otra vez, tropiece y tropiece.
Pero, afortunadamente, están los amigos, están las personas que nos tienden la mano. La mano, en esas circunstancias, es como un puente que nos ayuda a seguir caminando.
Yo algunos aspectos de la vida los he vivido así, a tropezones, a sufrimiento.
Y hoy, gracias a Dios, a la Vida, a la Gran Voluntad, al Amor, al Cielo, a todo lo que está más allá de mi y de todo lo humano, estoy aprendiendo a vivir, a vivir nomás.
Hoy vivo cada día, ya no tejo telarañas en mi cabeza, ni tampoco construyo castillos de aire. Es sólo este día. Es sólo lo que hay, nada más.
Hoy los fantasmas imposibles no me hacen sufrir más.
Y los cuentos de hadas no constituyen mi futuro.
Mi vida es hoy, y es hermosa. Lo que pasa está bien, así debe pasar. 
Antes me sucedía igualito que la canción de Sasha "rueda mi mente, no se detiene, presiento que ya no se detendrá"
Pero ya, freno la mente. Porque la mente es muy engañosa, pero el espíritu no.
Y mi espíritu está tranquilo y feliz y siento que ríe viviendo un día a la vez.
Amistad, amigos, risa, compañía. Ya sin pretender YO presionar a LA VIDA.
El día de hoy fue hermoso. Mañana, ¿quién lo sabe?, la mente de los otros, ¿quién la va a adivinar?
Yo no, y además no me interesa adivinar la mente de los otros. Ni predecir el futuro. 

viernes, 13 de agosto de 2010

El fin de la guerra


Hoy leí una noticia de que el 14 de agosto se conmemora el rendimiento de Japón ante Estados Unidos, y que el presidente de E.U. de aquel entonces anunció el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Y, pues en aquel lejano 14 de agosto la gente salió a las calles a festejar el fin de la guerra, todos estaban felices, y había reporteros y fotógrafos, y un fotógrafo captó la imagen que acompaña esta entrada de blog.
El fin de la guerra...un beso. Y sí, el fin de la guerra, de todas las guerras, es un beso. Es el amor. Me encanta la foto, por eso la pongo. Y porque además lo creo, creo que si todos los seres humanos fuéramos por la vida dando más amor y menos de la guerra interna que todos llevamos, el mundo se vería tan hermoso como esta foto.
Y pienso también que en Japón ese mismo día seguramente hubieron miles de personas deseando un beso... deseando amor.
Les dejo el cable que cayó de AFP con la información exacta. Y le dejo Besos al mundo.


El famoso beso de un marinero a una enfermera que ilustró en la portada de Life el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 fue representado con una escultura en Times Square 65 años después.
Una estatua de más de ocho metros de alto reproduce en colores y tres dimensiones a la pareja que el fotógrafo Alfred Eisenstaedt inmortalizó con su cámara el 14 de agosto de 1945, día en que Japón se rindió a Estados Unidos.
La estatua fue instalada en las intersecciones de la calle 44 y la avenida Broadway, cerca del lugar donde se produjo el beso original del joven marinero a la enfermera vestida de blanco con un ramo de rosas en la mano.
La leyenda asegura que la foto capturó una imagen espontánea del júbilo en la calle cuando el Presidente Harry Truman anunciara a la nación que Estados Unidos había ganado la guerra.
La revista Time publicó la foto en su portada a la semana siguiente.
Edith Shain, la enfermera besada, murió en junio pasado a los 91 años.
Eisenstaedt, fallecido en 1995, contó que había visto primero al marinero entre la gente, que besaba a todas las mujeres que pasaban.
"Luego vi a la enfermera, parada entre la gente. Me concentré en ella, y como era de esperarse, el marino se le acercó, la tomó en sus brazos y la besó", explicó el fotógrafo en un libro de memorias.
La Alianza de Times Square, que reúne a comerciantes y propietarios de la zona, organizó para este sábado una recreación en vivo del famoso beso por voluntarios presentes en la zona.
La recreación incluirá a veteranos de la Segunda Guerra Mundial, de la Guerra contra Iraq y voluntarios vestidos con ropa de la época, mientras que en el cartel luminoso que transmite las noticias en Times Square podrá leerse: "Oficial: Truman anuncia la rendición de Japón".

martes, 10 de agosto de 2010

Beirut - Elephant Gun (Legendado)

Lo nuevo de Bryan Ferry o ¿qué más necesitan hacer los masters?

Hoy en www.101.com.mx programaron la nueva canción de Bryan Ferry, que se llama You Can Dance.
Me parece que es una rola buena, nada magnificente, pero como Ferry ya es un consagrado, no hay bronca.
Creo que los meros masters, tipo Ferry, Clapton, Bowie, McCa, ya hicieron sus grandes obras, y si en pleno 2010 sacan algo nuevo, está bien, pero no los va a consagrar más.
Lo malo es cuando sacan muuucho más, tanto, que hace que la mayoría de la gente se olvide de los buenos clásicos. Me parece que algo así le pasa a Elton John. De 1976 en adelante ha sacado tantos discos, unos tan malos, que sus clásicos, del Empty Sky al Blue Moves se disuelven entre tanta música superflua.
En fin, que Bryan Ferry tiene nuevo sencillo y suena bien.
Aquí el video:


lunes, 9 de agosto de 2010

Sin afán de caer en recetario


Hoy les recomiendo dos cosas: una película ABSOLUTAMENTE HERMOSA, que se llama Nadie me quiere, de una directora alemana, Doris Dörrie.
Es de 1994, una joya por donde se le mira: soundtrack, guion, actuaciones, visualmente muy emotiva...Y en una parte de la película, dos personajes conversan y el hombre le dice a la mujer "las mujeres que son amadas saben cocinar bien".
Pues bien, yo debo ser muuuy amada porque ayer hice una lasagna de berenjena, que Dios guarde la hora.
Y voy a poner la receta, no porque me guste dar recetas, sino porque me siento tan feliz de mi logro, que quiero compartirlo.
Ingredientes:
Dos berenjenas medianas
Cuatro jitomates bonitos
Cebolla (si les cae mal, ajo)
Albahaca fresca
Una caja chica de puré de tomate
Aceite de oliva
Lasagna precocida
Queso manchego
Queso parmesano

Lo primero que deben hacer es lavar las berenjenas, cortarlas a lo largo, y ponerlas en agua con sal, para que se desflemen. Según dijeron en la tele, si no lo hacen así, pueden saber un poco amargas.
Las dejan en agua con sal toda la noche, por ejemplo, o todo el día mientras están en el peri.
Luego, cuando las sacan del agua, las secan, las untan con aceite de oliva, con una brochita, es recomendable, y las asan en la parrilla. Si no tienen parrilla, utilicen comal, como lo hice yo ;-)
Ya que las asaron todas, las dejan aparte, mientras hacen la salsa.
Ponen en la licuadora los jitomates, la cebolla (o ajo), y el puré de tomate, lo licuan muy bien y lo vacían en una cacerola que ya previamente tiene un poquito de aceite de oliva caliente. Ahí, en la cacerola, le agregan agua, como dos tazas y lo dejan a fuego medio.
Cuando empieza a hervir, le echan la albahaca fresca picada finamente, sal y pimienta. Y dejan que hierva un ratito más.
Entonces ya pueden poner todo en el refractario: una capa de salsa, una capa de pasta de lasagna, una capa más de salsa, una capade berenjena, una capa de queso manchego rebanado y otra de salsa.
Este proceso lo repiten todas las veces que queiran, tan alta como quieren que quede su lasagna. Al final, la última capa debe ser de queso cubierto por salsa, ahí encima le ponen el parmesano, y unos copos de crema y lo meten al horno.
Se cocina de 30 a 40 minutos, a 180°C.
Luego dejan que repose como 20 minutos. Y ya se la comen

jueves, 5 de agosto de 2010

De lo que se entera una...


Ayer vi el final de un programa de televisión en Canal 22, que era sobre el arte como mercancía, como negocio. Y salía un tipo llamado Robert Hughes, que al parecer es uno de los más famosos y respetados críticos de arte en el mundo.
El programa es realmente bueno, porque lleva el tema del arte hasta sus extremos, lo estira, lo desdobla, lo voltea por todos sus lados y lo deja encima de la mesa muy muy muy crudo.
Entonces llega a la pregunta de ¿cuál es el propósito del arte?
Es toda una discusión muy interesante sobre la gente que compra obras de "arte" carísimas, entonces, porque son muy caras, al parecer tuvieran que dictar el gusto de la gente.
En el pedazo de programa que me tocó ver, abordan a Jeff Koons, por ejemplo, que está de super moda y que tiene obras realmente feas.
No sé que opine Robert Hughes del trabajo de Koons, no lo dijo en la emisión, pero hacía gestos de fuchi cuando lo veía... Y es que esa obra de Michael Jackson con su chimpance Bubbles, es sacada de La Lagunilla (con todo respeto para el mercado, que además me encanta).
A lo que voy es que yo no pagaría millones de dólares por algo así de feo...es feo.
Además este señor Hughes decía que el arte originalmente era como un espejo de los tiempos, de las sociedades, ¿debo entender entonces que Jeff Koons es lo de hoy?
Hablaba del negro futuro de los museos, porque ya no son los museos los que compran las obras, sino los millonarios, las compran, especulan con ellas, las ponen a producir varo.
En fin, que me pareció harto interesante, y además muy fácil de entender para quienes, como yo, están muy lejos de ser expertos, si a caso aficionados a los museos.
Dejo un fragmento del programa en video y la horrorosa obra de Jeff Koons.

Ah! y dejo Besos al Mundo.

http://www.youtube.com/watch?v=jUh_NSpiTsY

miércoles, 4 de agosto de 2010

Una cosa lleva a la otra...



Soy fan de twitter, soy fan de Travis, soy fan de Fran Healy.
Entonces sigo a Fran Healy en twitter, quien ayer puso un twit que dice que el arte de su disco como solista ya está listo y viene el link. Entré y me encontré con la hermosa foto que acompaña esta entrada de blog.
Y ahi, en su web site, Fran Healy dice que el fotógrafo que le hizo el retrato es un tal Tim Barber.
Entre al sitio oficial de Mr. Barber y me encontré con que su trabajo es genial.
Revisando las fotos vi una que me encantó y me llamó la atención, que es la otra imagen de mi entrada.
Resulta que es de un tal Zachary Francis, de un grupo que se llama Beirut.
Entonces entré al sitio de Beirut y me encanta.
Y esa es la recomendación de hoy: www.beirutband.com

jueves, 29 de julio de 2010

Me siento bien pero me siento mal

¿Se acuerdan de esa rola de Cecilia Toussaint que se llama así? Me siento bien pero me siento mal.
Pues así me siento yo, no por las mismas razones que las que explica la rola, no, para nada.
Me siento mal porque me puse muy intensa hace un rato, con lo que Luis Gerardo Salas dijo al aire en Rock 101. Y le escribí por twitter un montón de cosas: que yo no estaba de acuerdo, que no era cierto lo que él decía y así...
En una palabra: "intensié" gacho, porque hasta llore de...no era coraje, era como un apasionamiento muy fuerte.
Y me siento rara cuando me pasa algo así.
Siempre he sido muuuy intensa, antes no lo controlaba y era enojona. Hoy por hoy ya no soy así, sigo siendo intensa, pero reconozco mis emociones y trato de manejarlas de manera que no me dañe a mi misma.
Y cada vez me suceden menos exabruptos, por eso cuando me ocurren me sacan de onda.
No soy la única que tiene "momentos intensos", lo sé...supongo que tengo que integrar esos momentos tmb a mi vida.
Creo que le estoy dando demasiada importancia...respiro profundo y me siento mejor al final de que escribo esto. Me hacia falta sacarlo, desahogarme, decir que soy una chica con exabruptos, con opinión...y por un lado me da gusto saber que mi intensidad no me ha abandonado del todo.
Soy así, y me gusta ser como soy.
Besos al mundo.

Un poco más sobre los covers...

Ayer, Luis Gerardo Salas a través de http://www.101.com.mx/, programó una gran gran gran rola de la gran gran gran Kate Bush, una de mis favoritas, que se llama Rubberband Girl, de su disco de 1993, The Red Shoes.
Y luego @LGSrock101 tuvo a bien programar un cover que hace Placebo de una rolota clásica de la señora Bush, llamada Running up that Hill. Qué coversazo!!! de verdad que cuando una rola es buena y la coverean unos masters como Placebo, sale pura magia.
Y luego sonó en
http://www.rock101.com.mx/ una versión absolutamente HERMOSA de No Surprises, la de Radio Head, pero a cargo de Regina Spektor (que por cierto No es hija de Phill Spector y no tiene nada que ver con él...creo) que corrovora mi punto: los covers no son para hacer las rolas mejores o peores, simplemente son una forma diferente de interpretar música que a diferentes músicos les llega de distinta manera.
Y los que ganamos somos nosotros, porque podemos escuchar mucha maravilla sin tiempo, maravilla que se renueva y no pasa de moda. GREAT :-)

miércoles, 28 de julio de 2010

Tengo algo que decir acerca de los covers

Soy fan de la música, de toda sin excepción. Me gusta la que me gusta, me refiero a que obviamente soy subjetiva y no digo qué música es buena o mala en general, hablo de la que me llega.
En fin, me gustan los covers, no todos, hay unos bastante gachos, pero en cambio hay otros que son belleza pura.
Un ejemplo para mi es el disco Dylanesque, de Bryan Ferry, que salió en 2007 y yo compré en ese mismo año. Son versiones de Bryan Ferry a las canciones de Bob Dylan, y es una delicia de principio a fin. Bryan toca la harmónica y su voz me desarma. A los fans de hueso colorado de Dylan no les gustó mucho, porque a esos citados fans les encanta la voz de Dylan, rasposona, y creen que sus rolas van bien únicamente con su voz. Yo no soy tan rigurosa (ni tan fan de Dylan, by the way).
En este asunto de los covers Bryan Ferry no es ningún novato, tiene una versión clásica y hermosa de Jealous Guy, sí, la de John Lennon. Y para atraverse a hacerle un cover a John Lennon hay que tener pantalones. Pues Ferry los tiene, porque no sólo la "coverea", sino que lo hace muy bien ¿no me creen? hasta la cantó en el concierto de Live Aid de 1985, con el clásico silbido que le integró, y es un maravilla.
Y hablando de John Lennon, otro que le hizo cover fue su compadre Elton John (es padrino de Sean), con la de Lucy in the Sky with Diamonds. A muchos no les gusta la versión de Elton, que porque le quitó el sabor a "LSD" de la original. Lo que queda bien claro es que nadie le enseña a ELton John a hacer pop y su versión de Lucy es más pop que una paleta tutsi. Conclusión: a mi sí me gusta.
Y es que yo creo que el chiste de los covers es ése, no hacerla mejor o peor, sino hacerla como el nuevo intérprete la siente. Como hizo Kate Bush con Rocket Man, la de Elton John. Bueno, aquí debo aclarar que para mi gusto Rocket Man, la original, es la canción PERFETCA.
Pues bueno, se ve que a doña Kate tmb le gusta mucho porque la tomó e hizo con ella maravillas insospechables que la vuelven más etérea, más espacial, otra obra de arte.
Y uno que es el mero master de los covers es George Michael. También a "covereado" a su compadre y compañero de sector, Elton John, con la versión ya clásica y muy conocida de Don't let the sun...Menos conocida y más magistral es la versión de George Michael hace de Tonight, otro verdadero "rolón" de Elton y Bernie, que a George le sale a las mil maravillas.

miércoles, 21 de julio de 2010

Prácticas y creencias literarias

Tengo algunos libros, no son muchos. Cuando voy a casa de mi amiga Ju, me doy cuenta de que los míos son bien poquitos.
Pero los quiero, quiero a mis libros. Son interesantes, son bonitos. Desde hace mucho hago algo que me encanta: uso como separadores cosas que no son separadores: boletos de tren, de camión, pases de abordar de avión, recetas médicas, etc.
Y cuando acabo de leer los libros dejo ahí el papelito que fungió como separador, y guardo el libro. Y después, cuando pasa el tiempo y vuelvo a agarrar el libro, veo lo que usé de separador y me acuerdo de cosas.
AMO HACER ESO, por ejemplo, ayer regresó a mis manos mi ejemplar desvencijado de Rayuela, donde tengo guardados dos papelitos que hicieron de separador cuando lo leí: un boleto de metro de Londres y una entrada de cine de Cardiff.
Vi mi libro y vi esos papelitos y todos esos días regresaron a mi cabeza frescos y hermosos. Adoro la sensación, amo mi vida.
Otra cosa que creo fielmente es que mis libros me quieren a mi. Y los que no he leído esperan acomodaditos en el librero a que yo los lea. Ya están formados, ya hay un orden, una lista. Pero si de pronto compro un libro que se mete en la fila y altera el orden, mis libros se enojan (todavía no me imagino cómo se enoja un libro, pero creo que sí lo hacen).
Desgraciadamente para mis libros que esperan en el librero, eso pasa muy seguido. Pasó cuando compré The Catcher in the Rye, lo compré, lo empecé a leer y dejé botado al que estaba leyendo en el momento (la peor de las infidelidades literarias, lo reconozco) y los de la fila, pues todos se fueron un lugar más atrás.
Ellos saben que lo siento, que realmente lo lamento. Saben que los quiero y saben tmb que les llegará su hora (a todos les llega su hora). Les pido paciencia, y es una paradjoa, como cuando la Maga salía de una librería, yo pidiendo paciencia.
Otra creencia es que cuando dejo de leer un libro a la mitad de algo emocionante, dejo a los personajes ahí, suspendidos, y se quedan así hasta que yo vuelva a agarrar el libro y siga leyendo.
Por ejemplo, cuando leí Las dos Torres, de Tolkien, dejé al pobre de Frodo a merced de la araña gigantesca como ¡una semana! porque estuve muy ocupada y no pude retomar la lectura en todo ese tiempo. Pobre hobitt, lo reconozco, debió sufrir lo indecible...
A Leopold Bloom lo dejé en el excusado desde hace casi un año y no he vuelto a agarrar el Ulises (me da flojera, y a la vez siento pena con Leopold, pero ya lo sacaré de esa situación...)

Dejen les platico...


Que cuando fui a Sudáfrica a ver a mi amiga Futhi, en enero de este año, me compré dos libros por allá: Everything is Illuminated, y Extremley loud and Incredibly close, los dos de un autor gringo, Jonathan Safran Foer.

Ya terminé el primero, Everything is Illuminated, y me gustó muchísimo, he aquí unas de las partes que más me gustaron:

Fearing his frecuent deficiencies of memory, he began writing fragments of his life story on his bedroom ceiling with one of Brod's lipsticks that he found wrappend in a sock in her desk drawer. This way, his life would be the first thing he would see when he awoke each morning, and the last thing before going to sleep each night. "You used to be married, but she left you", above his bureau. "You hate green vegetables", at the far end of the ceiling.
He slid under the red wolen sheets and looked directly above his head: "You are Yankel. you love Brod".

"They are so silly", turning back to Yankel
"Wait until I passed", closing his book, "then you can have your choice of them. But not while I'm still alive".
"I would not have any of them" kissing his forehead. "They are not for me. And besides" laughing, "I already have the most handsome man in all Trachimbrod"
"Who is it?" pulling her onto his lap, "I'll kll him"
"It's you, fool"
"Oh, are you telling me that I have to kill myself?"
"I supose I am"

Everyone performs bad actions. I do. Fahter does. Even you do. A bad person is someone who does not lament his bad actions. Grandfather is now dying because of his. I beseech you to forgive us, and to make us better than we are. Make us good.

Y hay muchas otras, pero no le sigo porque nunca acabaría y no quiero hacer de esto una entrada muy larga. Es un libro raro, porque cambia de propósito al final, casi durante todo el libro hay un asunto que luego no se retoma, pero en realidad ya no importa, porque el objetivo ha cambiado. Es muy bello.
¿Lo recomiendo? sí, lo recomiendo. Y si nomás vieron la película donde actúan Elijah Wood y Eugine Huntz, se están perdiendo de mucho, el libro es tres veces mejor que la película.
Lo compré en Sudáfrica porque ya decidí leer a los que escriben en inglés en su lengua original, y no traducidos, aunque me cueste trabajo.
Lo terminé hasta ayer en la noche porque no lo empecé a leer en enero, se metieron como dos libros en la fila de los que pacientemente esperan formados a que yo me digne a regalarles mi atención.

miércoles, 14 de julio de 2010

No hay excusa que valga

Acabo de leer una muy buena entrevista que le hicieron al escritor Hernán Rivera Letelier, ganador del premio Alfaguara de novela 2010.
Dice muchas cosas, pero destaca esa idea la pobreza, que él dice que padeció en carne propia. Dice que fue minero, yo hasta la fecha he conocido pocos oficios que sean tan rudos como el de minero, rudos en serio con el cuerpo que desciende a las entrañas de la tierra.
Y bueno, que fue superando los obstáculos y nunca dejó de escribir, y que el premio le llegó casi que por accidente, y así.
Habrá que leer la novela. Esta sí se me antoja, voy a ver qué tal está, y luego les platico.
Pero lo que quiero decir ahora mismo es que no hay pretexto. Este escritor me suena un poco resentido con eso de la pobreza y así, pero ha tenido una vida nada fácil y aún así escribió y escribe y ahora hasta se ganó un premio.
Porque la pobreza no debe ser pretexto, al contrario, yo creo que debe ser fuente, una fuente buenísima de inspiración, de ideas, de experiencias, de llenarse los ojos con cosas, la memoria con historias que cuenta la gente pobre.
Porque la gente pobre tiene una forma muy sabrosa de contar historias, y sus historias tienen una forma absolutamente única de quedarse en la memoria. Los pobres cuentan las historias entre tacos de frijoles y bolsas de mandado, entre tallar la ropa en un lavadero y escuchar "pero mi amigo, por qué estás tan tristeeee" en un radio chiquitito.
Total que me da gusto, que alguien con origen de pobreza haya triunfado. Me da gusto porque me da inspiración, y me dan ganas de seguirle, y me dan ganas de escribir más, hasta que un día el traje de "escritora" no me quede grande más.
Mi mero mole en esto de la escribidera con orígenes de pobreza es Juan José Arreola, pero, a diferencia de este señor que en esta única entrevista el reportero logra pintarlo como resentido, Arreola siempre me pareció encantado. La vida ejercía un poder de encantamiento sobre él, que él nunca reusó, al contrario, se entregó con alegría a sus embelesos.
Entonces iba por la vida descubriendo belleza, admirándolo todo, clavando la mirada en todo. Así me lo parece a mi, y por eso me encanta.
Yo voy por buen camino, un camino igual de embelesos que no me dejan en paz, que me piden que me entregue sin reticencias a la escribidera. Tal vez algún día lo logre, mientras eso pasa, hoy estoy de buenas.

viernes, 9 de julio de 2010

The Greyhound is swaying o Por una reivindicación de viajar en Bus

Hace poco me fui de vacaciones a la Huasteca Potosina. Hacía mucho que no salía de vacaciones, debo confesar, vacaciones, vacaciones, de esas en las que una sólo tiene la intención de nadar y tenderse al sol y dormir cuanto le plazca.
En fin, que me fui en bus, viajando de noche, desde la Central de Autobuses del Norte de la Ciudad de México hasta la Central de Autobuses de Ciudad Valles. Salí a las 10:00 de la noche y llegué como por ahi de las 6:30 de la mañana del día siguiente. La mera verdad no sabría decir si fue un viaje placentero o no, me dormí todo el camino.
Una vez en Ciudad Valles, me trasladé a todos sus aldededores en buses de esos que los mexicanos solemos llamar "guajoloteros", y esos son los viajes que quiero reivindicar en esta humilde entrada de blog.
Aquí van mis múltiples razones por las que viajar en ese tipo de transporte "es conveniente, es bueno", como dice un canto náhuatl.
1) Conoces gente de ahi, lugareños. Siempre me ha parecido la cosa más interesante de viajar, platicar con personas que ven el mundo desde otro ángulo. Yo hice dos que tres amigos platicando con la gente del bus.
2) Admiras paisaje. ¡Y qué paisajes! los de la Huasteca Potosina
3) Te internas, literalmente, por los caminos, cosa que no sucede cuando se viaja en avión. (hasta la fecha no comprendo cómo se trazan las rutas aéreas, ni cómo se siguen, ni cómo le hace el piloto para identificarlas).
4) Tienes la opción de comprar pistaches, cacahuates garapiñados, nueces, y en partícular en terrenos de la Huasteca Potosina, lichees, esas frutitas que creo que son de origen asiático, chiquitas, rosadas, con la cáscara llena de piquitos. En las verdes tierras potosinas crecen por miles, y la bolsa grande cuesta 10 pesos.
5) En resumen es una forma linda de viajar, tiene algo de romántico, algo de añejo, de provinciano. A mi me recuerda a mi madre emigrando de su natal Zitácuaro a la voraz Ciudad de México, me recuerda a mi abuelo, viniendo a visitar a su hija, me recuerda hasta a la telenovela María, esa donde actuaba Victoria Rufo, y en la entrada salía despidiéndose de sus hermanitos para irse de sirvienta a la ciudad...

jueves, 24 de junio de 2010

Me acabo de comprar dos libros



El primero es uno de puras postales de ilustraciones hermosas que han aparecido en los libros para niños del FCE, se llama 75 años 75 imágenes, harto bonito y recomendable, para quienes les gustan los dibujitos (las ilustraciones, pues pa que mis amigos ilustradores no se me ofendan).
El otro es un verdadero reencuentro conmigo hace 10 años...o tal vez más.
Tal vez algunos recuerden el programa que Luis Pescetti tenía en Radio UNAM que se llamaba Hola Luis y salía todos los domingos en la mañana.
Pues yo sí era fan, me encantaba el programa, me gustaba él (han de saber que hice mi servicio social en esa H. institución, contestando los teléfonos, y tuve el placer y la dicha de conocerlo, y no era nada sangrón, ni estaba gordo).
Aunque acabé mis actividades ahi en Radio UNAM yo seguí siendo radioescucha fiel de Luis Pescetti, y lo grababa, así en cassetes vírgenes, directamente del radio, a través de una grabadora chiquitita que en aquel entonces constituía todo mi "aparato de sonido".
Y grabé una vez algo hermoso que ese tipo escribió, una carta que comenzaba: "Querido Rey de la Cabina", el la leyó y yo la grabé.
Luego la transcribí en una hoja y la cargué en mis cuadernos por muuucho tiempo. Casi me la aprendí de memoria, me parecía que era una belleza.
Y hoy me enteré que el FCE le publicó a Pescetti un libro que se llama Cartas al Rey de la Cabina. Fui a buscarlo y lo encontré, y lo abrí la primera carta es esa que yo recuerdo y que yo grabé y que me encanta.
Por supuesto que compré el libro (que físicamente se encuentra en la sección de niños, al principio me chocó eso, porque es tan hermoso y tan amoroso que no debería estar sólo limitado a los clientes que van al área infantil).
(Ahora me parece genial, porque tal vez haya que tener algo de infantil para amar textos como esos, cartas como esas. En ese caso está bien, ahi que se quede).

jueves, 6 de mayo de 2010

Dios bendiga a Thomas Dörflein


Hay cientos de héroes anónimos (ojalá fueran miles) haciendo cosas buenas por el mundo, por la humanidad y por otras especies animales, por el planeta.
Son desconocidos, y no hacen lo que hacen por reconocimiento, lo hacen por amor, por eso son héroes.
Uno cuasi desconocido fue Thomas Dörflein, quien trabajó en el zoológico de Berlín durante muchos años, entregado al 100 a su pasión: los animales.
Hablo como si lo hubiera conocido, y no, no lo conocí, y es una pena. Pero me alegra haber compartido el mundo con él, y el siglo, y el milenio. Me alegra haberlo visto en videos en internet haciendo su trabajo con tanta ternura, como si cuidara de sus hijos.
Gracias a Thomas Dörflein hay un oso polar más en el mundo.
Hace falta más amor de ese, amor que se entrega por completo al mundo, a la vida.
Thomas Dorflein me parece, era uno de esos hombres que entienden que un hombre, por el hecho de ser humano, no está ni más ni menos vivo que una cucaracha.
El soplo de vida que anima a ambos es igual, están igual de vivos. Son vidas en el mundo.
Y Dörflein cuidó de las vidas de los animales con un amor que yo sólo había visto en las imágenes religiosas de San Francisco de Asis, la clásica estampita donde el santo está sentado en una piedra, con un cordero a un lado y un lobo al otro, y los dos mansamente lo ven, como que lo escuchan.
Pues Dörflein fue un San Franciso del siglo 21, y dejó un oso polar sano, fuerte, crecido, hermoso, y muchos animales más, estoy segura.
Yo le doy gracias a Dios, a la vida, por haber sabido de su existencia, por haber visto su amor hacia ese oso.
Y me pone de buenas saber que como él debe haber más. Y los hay, estoy segura.
Gracias, Thomas Dörflein.

martes, 4 de mayo de 2010

Mi encuentro con Allende



Era el año 2000, yo iba en la Universidad, y dejaba atrás uno de los años más intensos de mi vida, el año de la huelga, el 99, que se llevó consigo muchas ilusiones de los que creíamos en las causas sociales justas y las defendíamos.
2000 fue el último año que yo estuve en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, terminando mis estudios de Ciencias de la Comunicación. Del futuro no sabía nada, a dónde iba a ir a dar yo con todos mis huesitos, mi época de estudiante tenía sus días contados y yo caminaba como los prisioneros de los piratas: sobre una tabla y con los ojos vendados.
En la clase de Sociología Latinoamericana nos pasaron un video de cómo fue el asesinato de Salvador Allende, en Chile, en 1973. Ese hecho me conmovió profundamente, por múltiples razones.
Porque Allende había sido un hombre valiente, y llegó a la presidencia ya con sus buenos años encima, era lo que se dice un anciano. Y los ancianos casi siempre me dan ternura, me recuerdan a mi padre, a quien amo profundamente.
Sea por eso, sea porque los chilenos siempre me han parecido como "huerfanos involuntarios" (les mataron a su padre, a su Salvador, a Salvador Allende), ese hecho trágico llamó poderosamente mi atención y sólo dije: algún día iré a Chile.
El final de la tabla por la que caminaba con los ojos cerrados no sé a dónde me lleve. Sigo caminando, pero ya no llevo una venda en los ojos, ahora puedo ver algo, y lo que veo me agrada.
El chiste es que ese camino, esa tabla interminable (que tal vez sea un camino de ladrillo amarillo, quién lo sabe) me llevó en 2009 a Chile, a Santiago, a su capital.
Era el mes de julio y yo caminaba envuelta en una chamarra barata (baratísima) que compré en una tienda del centro para que el frío del invierno austral no me calara tanto.
De repente di con el Palacio Presidencial de la Moneda y alguien me dijo "ahí fue donde matarona Salvador Allende". El recuerdo del video que había visto en mi clase 9 años atrás vino de repente, y se me agolparon las ganas de llorar en la garganta.
Estaba resguardado por rejas y militares, ni como acercarse. Hice una reverencia de lejos y seguí caminando.
Y entonces fue cuando lo vi, ahí de pie, como emergiendo de una roca. La estatua de Salvador Allende. Ahí si no pude contener las lágrimas y lloré, lloré quedito, sin aspavientos, era uno de esos llantos que sorprenden, que llegan de pronto, que salen como suspiros.
Alguien me vio y me preguntó si yo conocía bien la historia de Chile, y si era yo una gran admiradora de Salvador Allende.
La verdad es que no, no sé a profundiad lo que pasó allá hace más de 30 años, pero siempre me parecerá un crimen dejar a una nación completa sin papá de la noche a la mañana.